Mucho se está hablando estos días
sobre la posible más que renovación del káiser, Michael Schumacher con la escudería
Mercedes. Para todos sus seguidores y admiradores, que durante más de 20 años
han estado con él, estoy segura de que sería una gran noticia.
Por otro lado, quiero ser un poco
crítica con el hecho de que siga compitiendo. Desde mi humilde punto de vista,
y sin menospreciar a Senna, Prost o Manssel, creo que considerar a Michael
Schumacher el más grande de todos y por tanto, el más laureado de la historia
no es un error, no en vano tiene 7 títulos del mundo y 91 victorias. Pero no
deja de ser eso, historia.
Creo que la época de Michel ya
pasó. En 2006, lucho por ganar su último mundial; mundial que se le escapo de
las manos y que fue a parar a Fernando Alonso. Pero dentro de lo que cabe, se
retiró estando en lo más alto, con un coche que competía por ganar mundiales y
siendo un piloto que ganaba carreras. En la actualidad, tras su regreso, creo
que las victorias y los triunfos brillan por su ausencia. Destaca el hecho de
que incluso Rosberg, que en teoría debería ser el segundón del equipo, le triplica
en puntos en la general.
Está claro que él y sólo él será
el que decida cuando se retira (siempre y cuando haya un equipo que le quiera,
claro), pero a mi modo de ver, esa leyenda que se retiró por todo lo alto hace
unos años, no ha hecho más que volver, para que, posiblemente, se tenga que ir
por la puerta lateral, algo que en una leyenda como es el káiser, no se debería
poder concebir.
Con todo esto, no estoy echando a
Shumi de la F1. Simplemente opino que su época de piloto pasó. Me encantaría seguir
viéndole en este mundo, por qué no, dirigiendo una escudería o llevando alguna sección
técnica, o incluso formando a nuevos corredores, pero desde luego, corriendo ya
no.
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